Café y tostadas.

Se levanto lo más despacio que pudo, sin hacer apenas ruido.A esas horas de la mañana cada paso que daba por aquel estrecho pasillo sonaba como un rayo en medio de una agitada noche de tormenta. Cogió el pomo de la puerta de la cocina con firmeza y lo giro lentamente, intentando hacer el menor ruido posible, eran las seis aún.

Se sirvió una taza de café , que por cierto, estaba bastante frió y puso una cafetera de aquel café colombiano que tanto le gustaba; tras tomarse otra taza, esta vez caliente, abrió una pequeña lacena y la ojeo de arriba abajo en busca de un poco de pan de molde.Rebusco un poco entre los armarios y encontró por fin aquella vieja tostadora que se había traído de casa de sus padres.
Puso dos tostadas en las pequeñas aberturas de la parte superior de la tostadora y empujo un resorte en el lateral, que descendió hasta hacer sonar un click metálico que resonó por toda la casa, perdiéndose en el infinito.


La cocina olía a tostadas, a café y a mermelada de melocotón. Con una suave pasada, la mantequilla paso del bote a la tostada, una y otra vez hasta que las dos tostadas se vistieron de un color crema, adornadas por un poco de mermelada, de un naranja vivo que incitaba a comer.
Sirvió dos tazas de aquel café aún caliente, que descendía en cascada de la cafetera a las tazas de porcelana, junto a ellas, en una bandeja pequeña, las dos tostadas en un plato, un par de servilletas y un vaso de zumo de naranja.
Deshizo el camino que había echo hace unos minutos con el mismo sigilo, hasta llegar de nuevo a la habitación en ella, un bulto daba vueltas entre las sabanas.Solo hizo falta rozar su hombro para que una mujer se girara, mirara la bandeja y dijera:




"Eres jodidamente adorable"

Comentarios

  1. Yo también quiero un chico que me lleve el desayuno a la cama así, mientras tú lo narras. *_* Sí, suena raro... Pero precioso. jajaja
    Ais, es precioso, Raúl. Echaba de menos leerte, a ver si ahora que las vacaciones han terminado volvemos ahora TODOS a nuestra rutina.
    Tú sí que eres adorable.

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  2. Raúl, ¿qué (cojones) sería de mí sin leerte a ti?
    Me endulzas. Literalmente hablando.
    Haces dulce la sangre de mis asesinos.
    Y, joder, yo quiero eso, Raúl. Que sí, que tendré a quien me lo puede dar y todo lo que tú quieras, pero él no lo escribe como lo haces tú.
    Que se le va a hacer.. Eres escritor. Emocionas.
    No dejes de escribir. (Ni de leerme, por favor, que os necesito para seguir).PERO NO DEJES DE ESCRIBIR.
    Un abrazo,
    Sab.

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  3. Jo, es que, es que....Mira, voy a serte sincera. Cuando lo he empezado a leer digo, "¿por qué describirá con tanto detalle el acto de hacer el desayuno? ¿tan interesante es?" y entonces he llegado a las últimas líneas he pensado "ahhhh!". Y entonces he muerto de la envidia. Yo también quiero que me lleven el desayuno a la cama, y estoy segura de que sería incapaz de retener esa última frase, me saldría automáticamente.
    Te superas cada día, Raúl, en serio. Cada vez escribes mejor *.* Dentro de nada nos desbancas a todas.

    Te quiere, Daw.

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  4. Vaya, me perdí un par de entradas, pero en estos días me pondré al día.
    De momento he empezado con esta, por eso de ser "La más reciente"
    Todos sabemos jodidamente bien, lo interesante que puede llegar a ser un simple desayuno. Lo has expresado muy bien, tanto detalle que nos has puesto en escena, en esa escena tan envidiable.
    Sigue así.
    Besos.

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